En Colombia se plantea un debate sobre la reducción de la jornada laboral en un panorama económico adverso. La propuesta es una iniciativa del expresidente Álvaro Uribe, así como de varios senadores de su partido, el Centro Democrático. Pese a las críticas y las diferencias incluso dentro del uribismo, el proyecto ya fue aprobado en plenaria del Senado.
Entre los congresistas que apoyan la propuesta de Uribe están las senadoras Paloma Valencia y María del Rosario Guerra. Es menester aclarar que el proyectó lo radicó Uribe en 2019, antes de verse obligado a renunciar a su curul por la persecución de la que es víctima por parte de la Corte Suprema de Justicia.
El proyecto busca reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales en medio de una recesión económica, un aumento de impuestos que el gobierno radicaría el año próximo y una caída de la productividad. Uribe ha justificado su proyecto alegando que la única manera de aumentar la productividad es con trabajadores motivados.
En el mundo hay varias experiencias de reducción de la jornada laboral que han arrojado beneficios. Sin embargo, todos estos experimentos se han desarrollado de forma voluntaria y particular. Es decir, se han aplicado en empresas específicas sin la intervención directa del Estado.
Por ejemplo, Andrew Barners, en su libro The four day week apuesta por el trabajo flexible. Según él, esto permitiría aumentar la productividad, la rentabilidad, el bienestar y un futuro sustentable.
Alguno estudios a favor
La Universidad de Auckland y la Universidad de Tecnología de Auckland de Nueva Zelanda realizaron un estudio sobre la adopción voluntaria de la jornada laboral de cuatro días. Dentro de los estudios de adopción voluntaria de una semana laboral de cuatro días se identificó un pequeño aumento de la productividad.
También se encontró que las personas mejoraron el balance entre el trabajo y la vida privada, los niveles de estrés disminuyeron y aumentó el compromiso. Sin embargo, el estudió también arrojó puntos negativos.
Un grupo de personas seguía prefiriendo la semana laboral de 5 días, determinó el informe. Otro punto en contra es que algunos empleados reportaron una sensación de mayor urgencia y presión al tratar de comprimir las actividades de cinco días de trabajo en cuatro.
Resultados desfavorables
La iniciativa que se debate en Colombia estaría dejando por fuera factores que han mostrado ser eficientes en el aumento de la productividad, como la acumulación de capital, es decir, adquirir tecnología que ayude al trabajador con sus funciones, nuevos inventos o mejoras técnicas y una dirección más eficaz en las compañías.
La Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) también reveló estudios que muestran que la propuesta de Uribe no logrará el efecto esperado.
El economista Mikal Skuterud (2007) presento un análisis de la provincia canadiense de Quebec, donde entre el año 1997 y 2000, la semana laboral estándar se redujo gradualmente de 44 a 40 horas. Concluyó que la política no logró aumentar el empleo e implicó una pequeña disminución en el salario por hora.
Bruno Crepón y Francis Kramarz (2002) estudiaron la reducción de la jornada laboral desde 40 a 39 horas en el año 1982, en Francia. El estudio reportó que los trabajadores directamente afectados por estos cambios, es decir, aquellos que trabajaban 40 horas previo a la implementación de la política (marzo 1981), tenían más probabilidades de perder su trabajo que aquellos trabajadores que en igual fecha trabajaban menos de 40 horas.
Aumento de costos y caída en la productividad
Dentro del partido Centro Democrático hay voces opuestas al proyecto. El representante a la Cámara, Gabriel Vallejo, habló con PanAm Post sobre su postura frente a esta iniciativa.
Vallejo considera que este proyecto de ley es inconveniente porque Colombia atraviesa la crisis económica más aguda de las dos últimas décadas. También manifestó que es innecesario porque en la actualidad, cualquier empresa que se encuentre en Colombia puede adoptar la jornada laboral que se adecue a sus necesidades, sin exceder de las 48 horas máximas reglamentadas por la ley.
Para el representante, este proyecto de ley puede generar consecuencias económicas negativas porque terminará afectando a los sectores productivos de Colombia, en especial, a las empresas más pequeñas (panaderías, talleres pequeños, peluquerías, etc).
Una panadería de barrio tiene 4 trabajadores. 2 de ellos trabajan de 6 am a 2 pm y los otros 2 trabajan de 2pm a 10 pm.
Con la reducción de la jornada esos mismos trabajadores con el mismo salario lo harían de 6am a 12m y de 12m a 6pm.
Quién trabajaría de 6:00 pm a 10:00 pm?
— Gabriel J. Vallejo Chujfi (@GabrielJVallejo) December 6, 2020
El congresista también comenta que esa norma incrementaría los costos laborales de esas pequeñas empresas, que, dicho sea de paso, atraviesan por su peor momento. Esos sobrecostos podrían ser asumidos por el empresario. Sin embargo, con los márgenes actuales y las altas tasas impositivas que tiene Colombia, constituyen una barrera para que sean asumidos por estos.
Según él, ese panorama de sobrecostos laborales se trasladaría al consumidor. Sin contar algunas empresas que van a ver reducida su productividad.
Para Vallejo, ese proyecto de ley lo único que genera es una incertidumbre frente a las empresas, aumenta los costos laborales y afecta la productividad de las empresas.
Las dudas de los colombianos
Gabriel Vallejo expresó que: “Muchos colombianos se preguntan por qué el salario mínimo en Colombia es tan bajo. Y la respuesta es sencilla, en Colombia la productividad es muy baja”.
“Esa productividad baja se explica por múltiples factores, pero principalmente por tres. Primero, falta de tecnología (inversión, reconversión tecnológica), producto de malas decisiones en materia tributaria; castigamos la inversión en capital, castigamos la reconversión tecnológica. Segundo, falta de educación enfocada en mejorar procesos productivos. Tercero, porque tenemos una legislación laboral anacrónica, del siglo pasado, pensada para factorías y no para el siglo 21”, explicó Vallejo.
También agregó que “el ciudadano es libre de escoger su jornada laboral. Acá no podemos imponer mediante una ley el ingreso y la productividad de los trabajadores. Somos muy ingenuos si pensamos que, a través de una ley, automáticamente mejorará.”
Concluyó el congresista por el Centro Democrático afirmando que con este proyecto de ley no se ataca el principal problema, la informalidad. Todo lo contrario, este proyectó tiene un altísimo riesgo de generar un aumento de la informalidad y del desempleo. El siguiente paso para avanzar a su sanción es la aprobación en la Cámara de Representantes.