EnglishLos residentes de las favelas de Río de Janeiro han tenido más dificultades para pagar sus cuentas en los últimos días.
De acuerdo con el portal de noticias G1, los residentes del lado sur de la Cidade Maravilhosa han visto un aumento del 1,400% en sus facturas de electricidad desde que se instalaron los nuevos medidores de consumo digitales. Pero mientras que algunos residentes han visto pasar sus cuentas de BR$60 a BR$900 (US$20 a US$299) con los nuevos medidores, aquellos que siguen utilizando los medidores antiguos han tenido el mismo aumento desproporcionado.
Entre los barrios afectados se encuentran el Vidigal, Chapéu-Mangueira y Babilônia, zonas formadas por miles de chozas y casas humildes donde residen los trabajadores de ingresos bajos.
Según el presidente de la Asociación de Residentes locales, André Luiz de Souza, “¡esto es un robo!”.
“Los residentes se han quejado conmigo sobre sus facturas de BR$500 o BR$600 en electricidad. Este cambio se asocia con la instalación de los nuevos medidores de luz. Antes, los residentes tenían algún tipo de control [sobre su uso de electricidad]; ahora no saben qué hacer. Un residente que vive con su esposa y solo tiene un ventilador eléctrico en su casa no puede pagar tanto”.
Léa Silva, cocinera, ha vivido en el Vidigal durante los últimos 13 años. De acuerdo con la residente de bajos ingresos, la empresa pública Light no ha instalado el nuevo medidor en su casa, pero la veterana de la favela dice que su factura pasó de BR$60 a BR $900. Para ella, los cortes de energía con los que muchos residentes se ven obligados a lidiar regularmente pueden tener algo que ver con el alarmante aumento.
“Nuestro mayor problema es la falta de electricidad y la oscilación constante. Cuando la luz regresa, es como un boom”, dice Silva. “Yo creo que cuando esto sucede, los medidores cambian. Pedí una nueva medición, pero dicen que está bien. Es imposible para mí vivir sola. Ellos [Light] quieren que pague”.
Light Serviços de Eletricidade S.A., la empresa que ofrece electricidad a la región de Morro da Babilônia, es propiedad de la Companhia Energética de Minas Gerais S.A. (Cemig), una empresa fundada y perteneciente al estado de Minas Gerais.
El grupo Light es originario de Toronto, Canadá, y fue privilegiado por el expresidente Campos Sales el 17 de julio de 1899, con un decreto que aseguró la presencia de la empresa en São Paulo. Light comenzó a cubrir ciertas áreas de Río de Janeiro en 1907; en 1996 fue privatizada y Cemig se hizo cargo de la mayor parte de sus acciones. Cemig ahora controla Light.
Nuevos aranceles perjudican a los pobres
De acuerdo con Light, las quejas están siendo evaluadas. Una vez que tengan más detalles sobre las alzas desproporcionadas, le han dicho a los residentes, Light se pondrá en contacto con ellos para proporcionarles más explicaciones.
Sin embargo, la compañía ha lanzado un comunicado en relación con los recientes cambios normativos que afectan a cómo se cobran los aranceles e impuestos. Light afirma que “debido al reajuste de tarifas y de recaudación de tasas aprobado por los reguladores”, los aumentos de precios son fácilmente justificados.
Light insiste en que los monitores instalados han sido aprobados por el Inmetro, el Instituto Nacional de Meteorología, Calidad y Tecnología. Pero mientras que la compañía afirma que estos cambios son justificables, algunos residentes están investigando las barreras impuestas por el gobierno para entender qué causó el cambio.
Para los críticos, esta historia no es novedad.
El costo de la electricidad en Brasil parece haber sido siempre más alto que en los países desarrollados, de acuerdo con el profesor de economía Alcides Leite. Leite explica que el kilovatio-hora (kWh) cuesta $0.254, mientras que en Estados Unidos está en $0.133. Una familia que consume alrededor de 300 kWh por mes gastará $914.40 al año en Brasil, pero sólo $478,80 en Estados Unidos.
Este año, el Gobierno central impuso lo que llamó el “Tarifaço“, una serie de medidas que pretendían abordar el déficit de la Cuenta de Desarrollo Energético. A pesar de la optimista venta del Gobierno, el Tarifaço ha perjudicado a los pobres y a la clase media.
Dado que las medidas han elevado las facturas de electricidad en un 50%, los críticos sugieren que la administración de Dilma Rousseff espera aumentar aún más las tarifas de electricidad. Eso podría causar que las facturas de electricidad de los hogares tengan un aumento de hasta 70% a nivel nacional.