EnglishLa política en Estados Unidos no ha sido la misma desde que el excongresista Ron Paul lanzó su candidatura a la presidencia en 2007.
En momentos en que su hijo llegó al Senado y está ahora en campaña para ser el candidato Republicano para las elecciones presidenciales de 2o16, el mensaje de libertad de Ron Paul continúa resonando, promoviendo la cultura de un Gobierno pequeño entre grupos de estudiantes y jóvenes. Mientras más y más jóvenes conocen al joven Paul, también se comienzan a crear la idea de un libertario en la Casa Blanca.
Pero es entre las minorías, como los negros y los latinos, donde la influencia de Rand Paul está creciendo como nunca antes.
Recientemente entrevisté a Ray Ahmed, fundador y director nacional de Freedmen PAC, un comité de acción política que se enfoca en candidatos cuyas políticas ayudarán a “restaurar a las familia negras”.
De acuerdo con Ahmed, el mensaje de libertad es fácil de vender, aunque “el Partido Republicano no haya hecho el mejor trabajo” de intentar hacer crecer al partido bajo la promesa de libertad. Incluso, para los negros y los latinos, la libertad muchas veces les parece racista. Después de todo, esa es una palabra que repiten mucho los blancos dentro del Partido Republicano.
A medida que se difunde la idea de Paul de reformar el sistema de justicia criminal, más negros han comenzado a entender que la libertad es, de hecho, lo que todos los estadounidenses necesitan para finalmente ser libres de la pesada mano del Estado.
Mientras historias como las del Freedmen PAC llegan las noticias, más personas como Zuri Davis comienzan a emerger en importances sitios web de noticias para manifestar su apoyo al precandidato Republicano.
Antonia Okafor es una de ellos.
De acuerdo con la joven Republicana, Rand Paul es su candidato, no solo porque apoya ciertas políticas que promueven una mayor libertad económica y menos intervencionismo, sino además porque él entiende lo que experimentan las minorías:
Él es el primer candidato en ver un sistema fallido que depende en gran medida de leyes de sentencias mínimas obligatorias y que ha impulsado a su partido —nuestro partido— a ver lo trágico que esto ha sido
Si Okafor, Davis y Ahmed tienen razón, Paul la tendrá más fácil al dirigirse a los negros alrededor del país que Hillary Clinton.
“Muchas de estas leyes fueron promovidas y ampliadas durante la presidencia de Bill Clinton, en la década de 1990”, dice Okafor, incluyendo el enfoque de tolerancia cero a crímenes no violentos que, desde entonces, han “dañado seriamente a las comunidades hispanas y negras”.
Si lo que ha estado ocurriendo en sitios como Ferguson y Baltimore tiene algún peso en las elecciones del 2016, Paul podría tener una gran oportunidad. Los jóvenes negros Republicanos que lo apoyan están haciendo lo posible para que ese sea el caso.