EnglishLa atención que recibió Puerto Rico por parte de la prensa financiera últimamente, se deriva de su caída a la categoría de bono basura por parte de tres agencias mundiales de calificación.
Esta caída fue causada por problemas de liquidez en el país, y por su limitada capacidad de acceder a fondos para los próximos años en el mercado de bonos municipales. Además, Puerto Rico está experimentando una contracción prolongada de su economía y un descenso de la población.
Como respuesta, el gobierno local está buscando fondos de inversión especulativos para acceder al dinero, con una prima considerable. Esta estrategia ofende las nociones de una administración eficaz y pone en peligro la liquidez y los futuros pagos a los tenedores de bonos ya existentes; algunos dicen que es el preámbulo de la bancarrota.
Recientemente, Puerto Rico ha sido llamada “la Grecia del Caribe”, pero Grecia ha tenido acceso a un rescate y una restructuración de la deuda aprobados por la troika (la Unión Europea, la Banca Central Europea y el FMI).
No hay rescate ni restructuración de ningún tipo para Puerto Rico.
Puerto Rico es un territorio, no un Estado, sujeto a los poderes plenarios del Congreso. Se transformó en territorio estadounidense en 1898, transferido por España luego de la guerra hispano-americana como botín. Los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses, pero no votgan por el presidente ni han tenido representación en las Cámaras del Congreso.
Existe un sistema judicial separado; las leyes federales se aplican a menos que se dictamine lo contrario en una legislación especial. Puerto Rico no posee control de cambios ni regulaciones de su divisa, ni impuestos especiales u otras disposiciones. Ni siquiera hay una autoridad en el territorio para declararse en quiebra.
Para recuperar la confianza, Puerto Rico debe reformarse. Rápida y profundamente.
En la avalancha de la cobertura de prensa relacionada con la rebaja, muchos pueden haber olvidado los cambios importantes que se están produciendo en Puerto Rico y Washington que impactan directamente en las perspectivas del territorio. En primer lugar, en 2012, el 54% de los puertorriqueños votó para rechazar su condición actual de territorio de Estados Unidos y en cambio favorecer la condición de Estado.
Segundo, los Senadores Ron Wyden (D-OR) y Martin Heinrich (D-NM) presentaron el proyecto S. 2020, el Acta de Resolución del Estado de Puerto Rico, el 12 de febrero de 2014. Estr proyecto de ley preveé la votación a nivel federal para la admisión del territorio como un Estado. Si la mayoría de los votantes afirman que quieren que Puerto Rico se transforme en Estado, la ley necesita que el presidente presente un proyecto en el Congreso que admita a Puerto Rico en la Unión.
Puerto Rico como Estado, ganaría su voto en la elección del presidente, dos puestos en el Senado y cinco representantes en Diputados — un logro luego del único delegado sin poder de voto que actualmente representa al territorio. Lo que verdaderamente necesita Puerto Rico es verdadero poder político. Solo entonces, puede proceder a reformar un sistema económico pseudo-New Deal, obsoleto y retrógrado, que se encuentra enraizado en su condición actual.
Puerto Rico enfrenta cambios críticos, pero puede solucionarlos en un contexto de un sistema basado en el Estado de Derecho y los principios democráticos respaldados en la Constitución estadounidense. El futuro de Puerto Rico se encuentra en las urnas, y los procesos políticos están en marcha y funcionando.
Traducido por Sofía Ramirez Fionda.