Debido a las medidas extraordinarias en contra de las maras y pandillas en El Salvador, las cárceles destinadas a mareros sufren una sobrepoblación calculada entre un 270 % a 300 %, convirtiéndolas en las más hacinadas de América.
La Procuraduría General de la República de El Salvador (PDDH) es la única institución que está autorizada por el Gobierno para entrar a las cárceles y constatar el estado de los reos. El Estado ya no deja entrar a la Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), aunque existía un acuerdo previo para que esta organización brindara asistencia médica a los reos.
La PDDH encontró a los reos con una plaga de hongos en la piel, amenaza latente de epidemia de tuberculosis, gente alimentada en sus propias manos, condiciones de extremo hacinamiento.
El hecho de que les sirvan en las manos los alimentos es… inhumano. El hacinamiento… ¡en la misma celda las 24 horas! Es como… centros de torturas de épocas pasadas, ¿no se supone que eso ya está superado? expresó Raquel Caballero, la procuradora de Derechos Humanos en El Salvador.
“Están en condiciones infrahumanas. Totalmente violatorias de los derechos humanos y a la ley”, resume Caballero y se pregunta en voz alta si todo esto es realmente necesario.
“El hecho de que le sirvan en las manos los alimentos es… inhumano”: @RaquelCdeGuevar sobre medidas extraordinarias. https://t.co/qYEP6QYYUh
— El Faro (@_elfaro_) November 15, 2016
En abril de 2016, entraron en vigencia una serie de disposiciones especiales para las siete cárceles destinadas exclusivamente a pandilleros. Estas medidas tienen un año de vigencia y fueron aprobadas por todos los partidos políticos.
Entre ellas se incluyen un régimen especial de internamiento dentro de las cárceles, aislamiento de los jefes pandilleros, suspensión de visitas (familiares y de asistencia legal), restringir movimiento de reos, se suspenden plazos y términos procesales para evitar que proscriban los delitos y medidas extraordinarias para evitar telecomunicaciones en los penales.
Consecuencias inhumanas en las cárceles
Debido a estas medidas que obligan a los reos a pasar en sus celdas las 24 horas del día, la sobrepoblación y la falta de higiene ha provocado que la mayor parte de los reos sufra consecuencias de salud. Al prohibir las visitas de familiares, los reos no pueden recibir productos de higiene personal. No hay agua potable en las cárceles, servicios sanitarios funcionales ni letrinas.
La PDDH realizó un informe sobre la situación de las cárceles en El Salvador según lo observado entre abril y julio de 2016. Según la PDDH, hay reos que no reciben tratamiento médicos para heridas de bala, colostomías, tuberculosis, hernias, cáncer, distrofia muscular, poliomielitis aguda y osteoporosis, úlceras cancerosas entre otros.
¿Es legítimo que una política pública consista en dejar que se pudran vivas miles de personas? https://t.co/P8CZFDg8jj
— Carlos Martínez (@chelefaro) November 14, 2016
Un exrecluso narró en una entrevista al medio digital salvadoreño El Faro, su experiencia con las medidas extraordinarias:
En el sector uno, donde hay como 350 personas, había un solo baño, pero se tapó, así que la gente ocupa una pila pequeña que hay dentro de la celda, ahí se va acumulando la mierda, ahí se va llenando la pilita, hasta que cae agua para irla evacuando. A la par de esa pila duerme alguien… En ese sector tenés que hacer cola para usar la pilita cuando todavía no tenés ganas de ir al baño, porque si esperás a tener ganas de orinar, te vas a mear en la cola. Afuera de la celda sí hay varios baños, pero no se pueden usar porque estamos encerrados.
Este exrecluso aseguró que hay celdas que están en mejores condiciones, como la más pequeña de ese penal, conocida como “la celdita”, donde explicó que hay camas para 28 personas, pero conviven 130.
Medidas extraordinarias, punta de lanza del Gobierno de El Salvador
El director general de centros penales, Rodil Hernández en una entrevista a El Faro reconoció que las condiciones generadas por las medidas extraordinarias han agravado la situación de las cárceles: “Las condiciones que tenemos ahorita prácticamente desbordan todo el accionar que podamos tener como centros penales”.
Historia de horror. Las cárceles bajo el regimen impuesto por el FMLN… https://t.co/QvATxpRfSz
— Paolo Luers (@paololuers) November 14, 2016
Hernández reconoció que la tuberculosis en las cárceles puede ser una bomba pero que “no es anormal, considerando la condición de hacinamiento que tenemos. Pudiera ser peor”. El funcionario asegura que el Gobierno tiene pensado hacer inversiones millonarias para construir seis clínicas, ampliar la capacidad de los centros penales y así reducir el hacinamiento carcelario en el corto plazo.
Para el director no hay ningún tipo de problema con la decisión gubernamental de negar el acceso a la Cruz Roja al interior de estas cárceles, ya que no viola el convenio firmado, puesto que el acuerdo, asegura, “no decía a qué centros podían entrar y a qué centros no”.
El representante del CICR en El Salvador, Dereck Spranger, prefirió no comentar esta situación y se limitó a decir que el diálogo con el Gobierno de El Salvador es “directo y confidencial”.
Fuentes: El Diario de Hoy, El Faro, El Salvador.com.