Digicel El Salvador (compañía de telefonía móvil) sacó el 13 de septiembre un nuevo anuncio con el que critica la corrupción en El Salvador. Es la segunda vez que esta compañía causa polémica al referirse a los gobernantes salvadoreños. En julio un anuncio que se refería a los diputados salvadoreños causo malestar entre los legisladores, tanto así que buscaron censurarlo por considerarlo “malcriado”.
En esta ocasión Digicel hace una parodia de la vida de lujos que Mauricio Funes llevó durante su período presidencial (2009-2014). Funes era una persona de clase media con ingresos que le permitía comprar autos usados y vivir en una casa sencilla, pero luego terminó involucrado en escándalos por corrupción.
Al terminar su período presidencial Funes (al que no se le conocía un nuevo puesto gubernamental o privado, ni una actividad empresarial propia) vivió en una mansión, aunque él la consideró como una casa de “clase media”.
Los señalamientos de corrupción que la Fiscalía General de El Salvador apuntó en contra de Mauricio Funes hicieron que él decidiera ampliar una “consultoría” en Nicaragua y pedir asilo político al régimen de Daniel Ortega; ya que Funes se considera que “su vida e integridad física y la de su familia por luchar en pro de la democracia, la paz, la justicia y los derechos humanos y su filiación política en la República de El Salvador”.
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La canción del corto anuncio hace referencia a los momentos más sonados de la corrupción de Mauricio Funes durante su presidencia.
“Autos de marca, con poco no me alcanza”
El caso más famoso de Mauricio Funes fue en marzo de 2014, cuando supuestamente chocó a altas horas de la noche un carro Ferrari en un redondel de San Salvador, bajo los efectos del alcohol. Tras ese confuso incidente, Funes explicó que su repentino percance de salud (tuvo que ser operado de la cadera por una quebradura) se debió a que se cayó mientras se ataba las cintas de sus zapatos.
“No te preocupes que el dinero otro lo pone”
Vendome, Cartier, Salvatore Ferragamo, Apple, Tourneau, Saks Fifth Avenue, eran unas de las tiendas que Mauricio Funes frecuentaba durante sus días como presidente. Según datos de la Fiscalía salvadoreña, entre 2011 y 2013 Funes gastó más de US$54.000 en compras en tiendas lujosas del El Salvador, Estados Unidos y Brasil.
“Mi mujer tiene una empresa”
El periódico digital salvadoreño publicó el 26 de mayo de 2014 (cinco días antes que Funes abandonara la presidencia) un artículo llamado “El presidente Funes, una cadena de favores y un spa”. Este reportaje explica la red de corrupción en la que Funes beneficiaba a sus amigos con jugosos contratos gubernamentales.
En “El presidente Funes, una cadena de favores y un spa” el spa hace referencia a la empresa que Ada Mitchell Guzmán, (la actual compañera sentimental del expresidente. En ese momento Funes aún no se había divorciado de Vagna Pignatto, exprimiera dama de El Salvador) dirigía y de la que ella era propietaria. Guzmán actualmente reside con Funes en Nicaragua, ya que también a ella y tres de los cuatro hijos de Funes solicitaron asilo político.
“Unas botas de bronce que uso para brillar”
El 19 de agosto pasado la Fiscalía salvadoreña registró la casa de Mauricio Funes y personas cercanas a él. En esas requisas encontraron cosas “curiosas” por así decirlo, entre ellas un busto del expresidente. Funes luego explicó en las redes sociales que se trataba un regalo de cumpleaños. También se encontró un reconocimiento en forma de unas botas doradas.
“Soy un poderoso, tu voto me autoriza. Yo me hago rico mientras tú pagas la cuenta”
Espero que en El Salvador no solo se critique a Mauricio Funes con esta campaña. También a la población salvadoreña, que tiene en sus espaldas el deber de darle un contrapeso a las decisiones gubernamentales, vengan del espectro político que vengan.
El complejo mesiánico y los delirios de grandeza parecen tener un origen en común: perder de vista la realidad y que no haya diferencia entre el suelo y el cielo. Muchas personas pierden la cabeza cuando obtienen poder y dinero. Piensan que están embestidos de poder (gracias a la elección popular) y que la autorización viene de los millones de votos recibidos.
Ya no me aguanto porque Netflix estrene la primera temporada de "Corruptos", vagamente inspirada en la política de El Salvador.
— Raúl (@Raul_Marin_) September 7, 2016
Un voto muchas veces (lamentablemente demasiadas) parece ser escoger entre el mal que se considera menor. Otra historia cantara sobre el poder entregado al gobierno si esos millones de votos no se entendieran como un cheque en blanco para hacer y deshacer con el poder y con el erario público, sino como millones de personas que fiscalizaran a quien acaban de escoger.
https://twitter.com/alberarce/status/773182111545171968
Después de votar, se cae en una fase de ignorancia racional. Consideran que el esfuerzo por conocer qué hacen los gobernantes y cómo lo hacen supera al beneficio que obtuvieran si fueran observantes activos de las acciones gubernamentales. Mientras estas personas olvidan su faceta como ciudadanos le pagan la cuenta (o lujos) a los gobernantes.
El siguiente reto para Digicel en El Salvador sería que hiciera un anuncio en el que no parodie a un político corrupto, sino a la sociedad civil salvadoreña, que también debe de analizar qué hizo, o dejó de hacer, para que fenómenos como Mauricio Funes se crearan en El Salvador.