
Coincido con el planteamiento de mi colega Orlando Avedaño en su artículo “No, la Gran Toma de Caracas no fue un éxito”. La marcha de ayer no alcanzó las expectativas, pero considero que “La Gran Toma de Caracas” ha sido un éxito parcial.
Platón en su Alegoría de la Caverna explica que el hombre bien podría considerarse como un ser que ha nacido, crecido y vive prisionero dentro de una caverna. Que no conoce nada más que lo que existe dentro de su reducido mundo. Que todos sus pares también consideran como verdad lo que ven dentro de la caverna.
Que están fascinados por las sombras que ven reflejadas en la pared. Que en realidad no son más que proyecciones que provienen del mundo exterior. A falta de conocimiento de algo más, eso se convierte en su verdad.
Un día, un hombre escapa de la caverna, conoce el sol y ve las cosas tal como son. Se maravilla ante ellas y aprende que lo que antes consideraba como verdad, no era nada más que un leve esbozo de lo que existe en libertad y bajo la luz.
Regresa a la caverna y al narrar lo que ha visto, sus pares le quieren asesinar por considerar que está loco y que quiere desestabilizar lo que conocen como cierto. Pero … reflexionemos un segundo … el venezolano parece despertar. Al ver regresar a los hombres que han visto la luz no los han querido asesinar, los han escuchado y más sorprendente aún, deciden emprender con ellos el camino fuera de la caverna.
Leopoldo López, Yon Goicoechea e innumerables estudiantes y presos políticos, son los sabios que han regresado a la cueva a contarles a sus pares cómo es la luz del sol. No los rechazaron en la cueva. Todos los presos políticos, a pesar de estar encerrados físicamente saben qué es la luz, y eso, los hace hombres libres.
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Tal como lo demostraron ayer más de un millón de personas, también ellos quieren salir de la cueva para ver la luz, claman con sus voces (a pesar de las dificultares que esto representa) su conocimiento de estar entre sombras y que ya no quieren seguir así.
Coincido con Orlando que para salir de la cueva se necesitan acciones más contundentes que las que plantea y propone la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Salir de la caverna no es un camino lineal, tal como que la MUD parece proponer en este momento. Una de las maneras para salir de la caverna, tal como lo dice Orlando, es criticar las maneras en las que actualmente se busca salir de ella para así proponer mejores formas de hacerlo.
Tal vez pecaré de ingenuidad, pero que un millón de voces clamen por su libertad es un éxito. No hay que olvidar que cuando un pueblo hace trabajo de hormiga pesa como un elefante. El 1 de septiembre no fue la salida de la cueva, pero la semilla ya está allí. El reto ahora es que esa semilla rinda frutos. Ante todo, hay que hacer que la palabra libertad no carezca de sentido en Venezuela.
