
El capitán retirado Byron Lima, uno de los asesinos del obispo Juan José Gerardi, murió el lunes 18 de julio durante un motín carcelario que dejó al menos 13 fallecidos, informó el lunes la autoridad forense de Guatemala.
La trifulca se produjo en la cárcel de Pavón, a unos 30 kilómetros al sudeste de la capital, donde se registró un ataque con granada y luego un enfrentamiento con armas de fuego, reportaron medios locales. Las autoridades no han confirmado el motivo del motín.
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Se especula que el enfrentamiento entre los reos de la Granja Penal Pavón fue dirigido por Marvin Montiel Marín, alias el Taquero, condenado a 800 años por la muerte de 16 extranjeros en 2008, luego de que Byron Lima prohibiera la venta de drogas.
“El ataque se da porque el capitán Lima Oliva prohibió la venta de drogas, piedra y crack en el centro carcelario, fue él y sus 12 seguridades quienes continúan armados señores, necesitamos que ustedes -autoridades- procedan”, denunciaron reclusos a los medios de comunicación guatemaltecos.
Quién es Byron Lima
Llamado “el preso más poderoso de Guatemala”, en 2001, Lima fue sentenciado a 20 años de prisión por matar en 1998 al monseñor Gerardi, quien días antes había presentado un célebre informe sobre los abusos del Ejército a los Derechos Humanos en la guerra civil que asoló al país durante casi cuatro décadas y que dejó unas 250.000 víctimas.
Por el asesinato también fueron condenados su padre, el coronel Byron Lima Estrada, quien salió de prisión hace tres años por buena conducta; y el sargento Obdulio Villanueva, asesinado durante su primer año en la cárcel. Sin embargo, los autores intelectuales del crimen nunca fueron enjuiciados.
En sus 15 años en prisión, Lima pasó por ocho cárceles distintas en las que se labró fama de ganar el poder gracias a sus influencias políticas y militares, imponiendo sus normas y castigos que le valieron decenas de denuncias de maltrato a otros presos.
Además, prosperó creando varios negocios en las cárceles, desde casetas de comida hasta transporte para familiares, y utilizó sus conexiones para nombrar decenas de alcaldes y funcionarios de prisiones.
En 2014, el capitán retirado fue acusado por la Fiscalía y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) de encabezar una red que vendía “traslados” de cárcel a otros presidiarios con ayuda de empleados y directivos de la administración penitenciaria.
Fuentes: Prensa Libre, Reuters