EnglishEl pasado domingo 21 de septiembre, el presidente venezolano Nicolás Maduro anunció la creación de dos “Zonas Económicas Especiales” (ZEEs) mediante la firma de cuatro acuerdos con empresas chinas, en el marco del Fondo chino-venezolano.
“Quiero que sepan los empresarios chinos que vamos a instalar una zona económica especial en dos lugares del país, [Puerto Cabello y Anzoátegui], para instalar allí todas estas inversiones en condiciones especiales que atraigan la inversión directa de las empresas chinas en primer lugar y [luego] estará abierta a todos los que quieran venir a invertir”, dijo Maduro.
Maduro no dio más detalles de cuáles serán esas condiciones especiales, pero dijo que las inversiones serán por un total de US$2 mil millones.
Pedro Benítez, integrante del partido Acción Democrática y Unidad de Análisis de Políticas Públicas en la Universidad Central de Venezuela (UCV) dijo al PanAm Post que estos acuerdos no son ninguna novedad: “Ya se han hecho anuncios de este tipo, pero no hay disponible información oficial respecto de los detalles de estos intercambios comerciales”.
Según Benítez, el arreglo es solo otro medio para intercambiar petróleo por dinero en efectivo, que le permitirá a Venezuela pagar sus obligaciones económicas internacionales, al contrario de lo que afirmó Maduro sobre que “vamos a ser exportadores de materiales de construcción”.
La construcción es la fuerza que impulsa a las Zonas Económicas Especiales
La mayoría de las empresas chinas que invertirán en las ZEEs venezolanas lo harán en el sector de la construcción, en el cual Maduro dice que reforzará su programa de viviendas estatales conocido como “Gran misión vivienda Venezuela. El objetivo declarado de la iniciativa es proveer vivienda a más de 25 millones de venezolanos mediante la construcción de 6 millones de casas para 2019.
http://youtu.be/HuAnQy1TB8M
Benítez, sin embargo, rechaza la noción de que el programa solucionará los problemas de vivienda en Venezuela: “La política de viviendas estatales existe desde 2011, pero no ha solucionado ningún problema. Lo barrios marginales urbanos en grandes ciudades siguen allí, a pesar de que el Gobierno haya anunciado y afirmado que construirá casas”.
Los primeros dos acuerdos para las ZEEs fueron celebrados con Sany Heavy Industry, una empresa china que fabricará maquinaria pesada y viviendas prefabricadas tanto para el mercado doméstico como para exportación. Sany Heavy construirá ocho plantas constructoras industriales, cada una con seis líneas de producción. Ricardo Molina, ministro de Obras Públicas y Vivienda, dijo que la compañía comenzará por construir 200.000 casas.
El tercero y cuarto acuerdo fueron celebrados con Citi Construction y JAC Motors, que fabricarán ventanas y puertas, y vehículos de construcción respectivamente. Como parte del programa, Maduro permitirá la importación de los materiales de construcción necesarios.
¿Una ventana de oportunidad o un callejón sin salida?
“La ventana de exportaciones debe ser abierta”, sentenció Maduro en una conferencia de prensa al presentar el acuerdo. Además del mercado venezolano, se espera que los bienes producidos sean exportados a países del Mercosur, PetroCaribe, y de la Alianza Bolivariana.
Para fortalecer la base industrial, Maduro proclamó que “al menos un 20% de la producción debe ser exportada”.
Una vez más, Benítez duda del objetivo debido a la carencia de detalles del acuerdo: “El Fondo chino-venezolano es confuso; no hay información sobre a qué precio Venezuela le vende a China petróleo, quién paga los costos de transporte, o cuándo y cómo se efectúan los pagos. Estos nuevos acuerdos firmados como parte del fondo simplemente resuelven las necesidades de dinero en efectivo inmediato”.
Benítez: “El Fondo chino-venezolano es confuso; no hay información sobre a qué precio Venezuela le vende a China petróleo ni cómo se efectúan los pagos”.
Como dijo Benítez, “Venezuela tiene una linea de crédito abierta con China”. Cree que el Gobierno de Maduro mantendrá este curso mientras China continúe valorando el petróleo barato. Lo que Benítez no sabe es cuánto durará el acuerdo, y qué hará Venezuela sin él.
El Fondo chino-venezolano fue fundado en 2007. Al siguiente año, Hugo Chávez firmó un acuerdo de cooperación energética con el objetivo de incrementar las exportaciones de petróleo hacia China, de 96.000 barriles por día a 1 millón en 2012, a cambio de un crédito por US$4 mil millones.
Benitez señala que “en el largo plazo”, sin embargo, “China se beneficia de estos acuerdos, y Venezuela pierde. Las empresas chinas ingresan al país sin ningún problema, pero nunca veremos terminados los proyectos que el Gobierno anuncia con frecuencia”.