EnglishTras meses de discusión y un consenso previo en el Senado mexicano, ayer fue aprobada la Ley de Telecomunicaciones por la Cámara de Diputados con 340 votos a favor, 129 en contra y una abstención.
Después de cinco horas de debates y con reservas sobre 549 artículos, los diputados del PRI, PAN, Nueva Alianza y del Partido Verde Ecologista permitieron la aprobación de la esperada reforma a las telecomunicaciones. La ley ya contaba con la sanción del Senado con 80 votos a favor y 37 en contra en la votación en lo general, mientras que en lo particular se definió por 72 votos a favor y 25 en contra.
Los partidos PDR, PT y Movimiento Ciudadano rechazaron la ley argumentando que el dictamen no se correspondía con el espíritu de la reforma constitucional realizada en junio de 2013, la cual inspiró la nueva legislación.
El presidente de la Comisión de Comunicaciones de la Cámara de Diputados, Héctor Gutiérrez de la Garza, manifestó que “las leyes secundarias de la materia coadyuvarán a eliminar asimetrías económicas en el sector para generar eficaz competencia con beneficios para los usuarios”.
“La portabilidad numérica será gratuita y deberá realizarse en un plazo de 24 horas; en su caso el agente preponderante debe dar a los usuarios de sus competidores roaming obligatorio; y se impulsa la producción nacional de contenidos”, señaló Gutiérrez de la Garza, como algunos de los cambios que introduce la ley.
En qué consiste la Ley de Telecomunicaciones
El sábado pasado tuvieron lugar las últimas discusiones sobre las leyes secundarias que integran la reforma. Entre ellas se encuentra que la preponderancia de las empresas de comunicación tendrá que ser por sector y no por cada servicio; la fecha límite para la transición de televisión analógica a digital y las restricciones al cobro de los servicios de telefonía.
La reforma incluye dos nuevas leyes, la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión y la ley del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano. A su vez, modifica más de 10 normas vigentes, entre ellas, las que regulan la inversión extranjera, los derechos de autor y la Administración Pública Federal.
La Ley Federal de Comunicaciones contempla que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) considerará preponderante solo una empresa por cada sector de comunicación —radio, televisión, telefonía— y no por cada servicio que ofrezcan (televisión abierta, radio, telefonía fija y móvil, Internet, televisión restringida, etc.)
La preponderancia es “la condición del operador o de la empresa en telecomunicaciones o radiodifusión que domina más de la mitad de un mercado”, expresó el académico de la Universidad Nacional Autónoma de México Raúl Trejo Delarbre.
Sin embargo, los críticos de la preponderancia señalaron que las disposiciones contempladas para una empresa preponderante son insuficientes, y denunciaron un intento de favorecer a Televisa, la principal empresa del país. “Las medidas asimétricas que se imponen al preponderante en televisión abierta la mayoría son irrelevantes”, sostuvo el senador del PAN Javier Corral. La polémica se centra en el hecho de que Televisa posee más de la mitad de la oferta en los servicios de televisión, sin superar el 50% del sector total de televisión, en relación a la cantidad de audiencia.
En respuesta, los senadores que apoyaron la medida acusaron a los opositores de buscar opacar lo aprobado por la legislación, al querer centrar el debate en el tema de la preponderancia.
“No hay una reforma perfecta, siempre habrá procesos inacabados, pero indudablemente que esta reforma se acerca a darle muchos beneficios a la gente”, manifestó en el recinto el senador panista José Rosas Aispuro.
La legislación también impone el 31 de diciembre de 2015 como fecha límite para que finalice la transición a la televisión digital. Además, a partir del próximo 1 de enero los concesionarios de telefonía no podrán imponer cobros especiales por llamadas de larga distancia a teléfonos fijos o móviles, y los usuarios de celulares prepagos deberán tener la posibilidad de consultar su saldo de forma gratuita.
También se aprobaron medidas a favor de las personas con discapacidad. Los canales de televisión deberán ofrecer subtítulos y traducción en lenguaje de señas en su noticiero principal.
Por su parte, Víctor Becerra, Coordinador del Proyecto México de la Fundación Friedrich Naumann para la Libertad, declaró a PanAm Post sobre su visión de las ventajas y desventajas de la reforma en el sector de las telecomunicaciones.
“La nueva ley de Telecomunicaciones en México sin duda tiene grandes avances: Promueve una mayor competencia, mejores precios y calidad en telefonía, mayor cobertura y superior servicio en celulares, elimina pagos por larga distancia y roaming. En tal sentido, es una ley que va en el camino correcto, a fin de lograr telecomunicaciones abiertas y un mercado muy competitivo, en beneficio del consumidor”.
“La legislación también tiene reparos. Quizá el más llamativo es que ahora, las empresas de televisión podrán capturar una mayor porción de la participación de mercado en telefonía móvil y que Televisa podrá mantener su preponderancia en televisión restringida. En contraste, la gigantesca empresa de telefonía, Telmex, podrá entrar al mercado de radiocomunicación pero diferirá por unos años sus planes de entrar a la televisión (falta ver si algún otro actor se animará). Así, en un primer vistazo, la nueva ley da algunos elementos de salvaguarda al monopolio televisivo en detrimento de Telmex”, agrega Becerra
“De tal modo, aunque la nueva legislación permite una mayor competencia en telefonía (abriendo el terreno a Televisa y a otros actores) y tiene un impacto benéfico importante por tanto en materia de libertades económicas y en el bolsillo del consumidor, uno se queda con la impresión de que el ejecutivo mexicano y el PRI fueron tímidos al llegar al terreno de la televisión, al preferir no romper su alianza con los monopolios televisivos, y asegurarles a estos algunas ventajas, como lo ya señalado en televisión de paga”, concluyó Becerra.
Riesgos para la libertad de los ciudadanos
Víctor Becerra considera que existe el riesgo de que las telecomunicaciones sean utilizadas para vulnerar la libertad de los ciudadanos, aunque en la nueva legislación se limitaron algunas disposiciones.
“Se endurecieron las disposiciones para que concesionarios y operadores entreguen toda información solicitada por la autoridad —correos electrónicos, mensajes de texto y llamada— aunque tal disposición ya existía. En cambio, se eliminó el bloqueo de señales por causa de seguridad pública. Se mantuvo también la controvertida disposición de geolocalización de tiempo real, sin necesidad de orden judicial”.
Para Becerra existe un peligro potencial por el uso de las telecomunicaciones en contra de los usuarios bajo el pretexto de utilizar mejores instrumentos a favor de la seguridad pública: “Como si las autoridades se encontraran indemnes y no fuera, más bien, que la corrupción y la indolencia les impiden usar con eficacia sus instrumentos actuales. De esta manera apadrinan la impunidad”, puntualizó el analista.
¿El fin de los monopolios?
Las reacciones ante la Ley de Telecomunicaciones fueron casi inmediatas. La empresa América Móvil, que controla la mayoría del mercado de telefonía celular —un 70%— en México, anunció este martes su decisión de vender una parte de sus activos con el objetivo de dejar de ser considerada “agente preponderante” en el sector de las telecomunicaciones.
Para evitar las regulaciones, la empresa propiedad de Carlos Slim acordó reducir a menos de la mitad su participación en el mercado de Internet, teléfonos celulares y telefonía fija.
“El consejo de administración de América Móvil ha decidido la desincorporación y venta de ciertos activos en favor de algún nuevo operador independiente de América Móvil, fuerte, con experiencia en el sector de las telecomunicaciones y con alta capacidad económica y técnica, que sea una verdadera opción para participar en este sector intensivo en capital, para superar el obstáculo de la insuficiente inversión de nuestros competidores en México”, señala la compañía en un comunicado.
Según lo informado por la empresa, América Móvil también renunciará a comprar el 51% de las acciones de Dish, una compañía de televisión por cable que compite con Televisa. Esta última controla el 70% del mercado en ese sector.