EnglishHay una persona que afirma en internet que me violaron. Esta persona escribe bajo un seudónimo, y se escuda en él para lanzar todo tipo de acusaciones sin respaldo. Dice que un hombre determinado me violó como parte del rito de iniciación de una secta. No voy a enlazarlo y hacerle publicidad. Ese blog está poblado de historias delirantes que no tienen ningún sustento, pero que utilizan algunos datos extraídos de la realidad para difamar y darle un halo de verdad a la irreverente ficción.
Su autor tiene la oportunidad de difamar. La obtuvo gracias al anonimato. Los opositores a las publicaciones anónimas en internet —o bajo seudónimo— dirán que prohibir el anonimato es fundamental para evitar este tipo de acosos. Si siguiésemos su consejo nos privaríamos de mucho más que de la imaginativa y, por momentos, perversa narrativa en la que me involucran (el protagonista es un exjefe del servicio de inteligencia argentino). Denuncias, opiniones, memes, y otras publicaciones anónimas en internet serían enterradas junto con el anonimato. ¡Hasta artículos en el PanAm Post!
En un esfuerzo conjunto del oficialismo y la oposición, dos sigilosos proyectos de ley avanzan por el Congreso chileno. Chile pretende implementar una reforma a la oscura “ley de prensa” que podría matar a la libertad de expresión en internet. Las propuestas convertirían a usuarios de Facebook , de otras redes sociales, a blogueros, y a microblogueros, en “medios escritos”. Todos ellos estarían obligar a inscribirse en un registro gubernamental y a exhibir en sus espacios el nombre de su propietario.
La iniciativa es impulsada por diputados de todo el espectro político. Tanto diputados del partido conservador Unión Demócrata Independiente, como integrantes de la coalición oficialista Nueva Mayoría aparecen como coautores de las propuestas. Si son aprobadas, todas las publicaciones digitales que sean actualizadas cuatro días por semana deberán cumplir los mismos requisitos que las publicaciones impresas.
RT:
Si a la #libertad de opinión !!!
No a la #LeyDeMedios pic.twitter.com/fPcugcboux— ____𝑹𝒂ú𝒍 𝑩𝒂𝒔𝒖𝒂𝒍𝒕𝒐 (@RaulBasualto) January 8, 2015
La ley, entre otros requisitos, impone a los medios registrar el nombre de su propietario y su domicilio, exhibir el nombre del propietario en la publicación, y definir a un director responsable que no puede estar beneficiado por inmunidad judicial por otros cargos. En el caso de las publicaciones en español. es necesario tener un domicilio en Chile, mientras que para las sociedades comerciales “su presidente y sus administradores o representantes legales deberán ser chilenos”.
Con la reforma , el ámbito de aplicación de la ley alcanzará a cuentas en redes sociales como Facebook o Twitter, un blog, o un sitio web con memes, “con tal que se haga cuatro veces a la semana”, explica Rayén Campusano, encargada de políticas públicas en la ONG chilena Derechos Digitales, cuya misión es defender la libertad en internet.
#CharlieHebdo #LeyDeMedios Mientras tanto en algún baño del Congreso… pic.twitter.com/66oU03VkKt
— ► Felipe ★★★★★ (@Outsider2021) January 8, 2015
La norma, en su esencia, significa para los chilenos el final del anonimato en internet. No, no es verdad. Gran parte de nuestra actividad en internet —por lo menos la que interactúa con servidores en Estados Unidos— , sin importar el país desde el que esté leyendo esto, está siendo vigilada en este momento. Según Francisco Vera, director de Proyectos de la ONG Derechos Digitales, en Chile, agentes de la Agencia Nacional de Inteligencia (NSA) “pueden solicitar ordenes judiciales sin reportarla, igual que los de la Agencia de Seguridad Nacional [en Estados Unidos]”.
Entonces la reforma pone al alcance de los políticos locales el poder para terminar con el anonimato digital. En los últimos días, la norma despertó la reacción de los chilenos en las redes sociales, también recibió críticas del Colegio de Perioidistas y de la Federación de Medios chilena. Y hasta NIC Chile, la autoridad regulatoria de la asignación de dominios “.cl”, dependiente de la Universidad de Chile, advirtió que “no tiene sentido exigir la inscripción de un nombre de dominio, ni que esta sea bajo un dominio” radicado en Chile, como lo exigiría uno de los proyectos que están siendo analizados.
No existe tal cosa como una buena ley de medios… Mientras más lejos del control de los medios estén los políticos, mejor 😉
— Eduardo Arriagada (@earriagada) January 6, 2015
El anonimato es esencial
El anonimato nunca garantiza la impunidad como podrían afirmar los opositores al anonimato en internet, por la sencilla razón de que solamente expresarse nunca debería ser un delito. El anonimato permite evadir las repercusiones que pueden traer consigo ciertas declaraciones a las que alguien no quisiese exponerse bajo su identidad real. De esta manera, opositores políticos podrían criticar sin temer represalias de cualquier Gobierno; personal del sector público y privado podrían filtrar documentos confidenciales de interés público sin ser identificados; o personas hacer consultas sin ser vistas como ridículas. El anonimato ofrece libertad.
Esa libertad tiene sus riesgos, por ejemplo que lo señalen a uno como víctima de una violación en internet. Pero al mismo tiempo ofrece en algunos casos la posibilidad de evitar consecuencias, especialmente cuando se busca eludir represalias de poderosos.
Otros lo aprovechan incluso con malas intenciones, para difamar, agredir, o acosar gente. Pero son casos individuales para los que no es necesario una ley, ya sea porque estas ya existen, o porque no haga falta regular esta materia.
Los legisladores chilenos deberían tomar nota de sus propias limitaciones antes de regular las expresiones de los demás.
Editado por Elisa Vásquez