Washington, 24 oct (EFE).- Estados Unidos anunció este sábado que decidió prohibir el envío de remesas a Cuba a través de empresas controladas por las Fuerzas Armadas cubanas, una medida que entrará en vigor a finales de noviembre y que busca apretar el yugo a la isla a apenas 10 días de las elecciones estadounidenses.
En la práctica, el anuncio restringirá notablemente el envío de dinero a la isla, a no ser que empresas como Western Union, que canalizan las remesas, lleguen a un acuerdo con el Gobierno cubano para sortear las sanciones.
“Las remesas a Cuba podrán seguir fluyendo, pero no pasarán por las manos de los militares cubanos, que usan esos fondos para oprimir al pueblo cubano y para financiar la interferencia cubana en Venezuela”, dijo el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, en un comunicado.
La medida, aprobada este viernes por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, se publicará el próximo martes 27 en el Registro Federal estadounidense y entrará en vigor 30 días después -es decir, el 26 de noviembre- “para permitir su implementación técnica”, explicó Pompeo.
La lista negra
Las compañías extranjeras que quieran operar en Cuba deben contar con una contraparte estatal, y en el caso de Western Union, ese socio es desde 2016 la firma de servicios financieros Fincimex, vinculada al conglomerado militar GAESA.
El Departamento de Estado incluyó en junio a Fincimex, y en septiembre a su filial American International Services (AIS), en la “lista negra” de empresas con las que los estadounidenses tienen prohibido llevar a cabo transacciones, y la nueva normativa impide procesar remesas con cualquier entidad incluida en ese listado.
Pompeo denunció que “Cuba es el único país de las Américas donde los militares se llevan una parte de las remesas”, gracias a “un sistema que se hace con el dinero en efectivo a través de mecanismos operados por los militares como Fincimex y AIS”.